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jueves, 25 de marzo de 2010

La misión música debería tomar en cuenta nuestras coloridas culturas

Por: Leo Vargas

Bueno, luego de saludarles a todos, en éste caso me atrevo a dar mi humilde opinión porque, desde mi corazón embargado y enamorado por nuestras culturas, privilegio del ejercicio profesional en ellas, desde ésta, la infinita música, me motivo a decir algunas cosas que corren por mis venas y creo necesario tomar en cuenta para éste debate.

Para comenzar la idea, la música "Clásica", desde el punto de vista semántico, ya tiene un sentido de dominación implícito; y no quisiera que se malentendiera mi crítica como un intento de descalificación a la belleza o maestría que sus obras puedan tener. Refiero esto porque, en su historia no hubo tal "Período Clásico", como muchos suponen, ya que ésta etapa histórica de las “Bellas Artes” –aún no sé cuáles serían las “Feas Artes”-, la Iglesia Europea no registró la creación de obras musicales; decretando así que la obra de algunos autores de música SINFÓNICA -Haydn, Mozart y Beethoven- era la idónea en base al perfeccionismo y elevación a Dios para ser "Clásica" durante el pasar de las generaciones. Los demás autores y culturas que se expresarían a través de sus músicas no serían incluidos en ésta "Casta Creativa".

Luego de esto, es importante mencionar que, obviando la decadencia y mediocridad del Reggaetón y sus anti-valores, fue al igual que éste un arma de dominación cultural por parte del "Imperio de Turno", junto con la doctrina religiosa de una Cruz contradictoria del pensamiento de Cristo y las aberraciones de la Inquisición. Millones en nuestro continente fueron masacrados en la vil colonización de nuestra América por defender sus tierras y sus culturas, dentro de las que expresaban la idiosincrasia de sus sentires, sus Dioses, sus formas y estéticas, MUSICALES y no musicales, y sobretodo, su dignidad; entre otros factores no menos importantes.

Ahora en la actualidad, mi persona, luego de haber pertenecido a éste Sistema de Orquestas Juveniles en mi niñez, puedo hablar con propiedad del menosprecio y discriminación hacia nuestras formas musicales folklóricas y originarias que se cultiva en la formación de nuestros jóvenes talentos, quienes además se destacan por mérito propio a pesar de éste lento y caduco sistema de enseñanza. Esto obedeciendo a la pobre autoestima de la élite eurocentrista venezolana, y la línea ideológica doctrinaria del "Puntofijismo Cuarto-Republicano" que busca el desarraigo del pueblo hacia nuestras estéticas y acervo cultural para su alienación y fácil manipulación; logrando así la pérdida de ésa mística con la que las culturas envuelven a sus pueblos en la defensa de su soberanía; elemental objetivo del Imperio Norteamericano sediento de nuestra geografía y sus recursos. En aquel entonces, los que regían al Conac, el Ministerio de Educación y el de Comunicaciones eran los lacayos encargados de la fundamental tarea, ya que la cultura, como eje transversal, forma los criterios con los que luego se abordarían la gestión social, la economía, la ciencia, y todos los demás rubros de la sociedad que determinarían en rumbo del país. Así entonces, saldría al escenario el exitoso gerente y músico José Antonio Abreu -y no lo digo con ironía- quien como predilecto Presidente del Conac de los gobiernos Cuarto-Republicanos, erige el Sistema de Orquestas Juveniles como bastión cultural y gran negocio, teniendo la justificación administrativa para manipular así enormes cantidades de dinero del fisco nacional.

Pues claro, es una fácil tarea sacar música de un pueblo tan talentoso y musical como el nuestro, sólo que partiendo de una cultura que no refleja ni identifica nuestra idiosincrasia. El sabor, la religión y la fuerza afro-descendiente, la magia y la adoración de los dioses de la naturaleza indígena debían ser borrados de la historia, los oídos y los corazones de los venezolanos, ya que fueron y siempre serán referencia de la resistencia de los pueblos dominados. La estética de la “Finura” como superior debía imponerse sobre los hermosos rasgos gruesos de nuestros ancestros africanos; y se comenzaba a oír “eso está FINO!” como expresión de aprobación en moda. Sólo habría cabida en la estrategia "nacionalista" y punto-fijista del 1X1 de Luís Herrera para la música llanera, representación de la sangre blanca de nuestro pueblo y sus orígenes españoles, además descontextualizándola de la innegable influencia de los Moros y la sonoridad arabesca de sus escalas. Sin embargo faltaba algo para canalizar la intuitiva querencia del venezolano hacia sus raíces, asilándolo así dentro de ésta fachada "nacionalista". Habría que limpiar la tierra de sus pies y manos "estilizando" la fuerza del recio bordoneo y el zapatea´o de nuestro joropo en alpargatas y pantalón arremanga´o. Es entonces cuando nacen las famosas "Danzas Nacionalistas" y el "Arpa Estilizada", porque según la ideología Cuarta-republicana, éramos "demasiado tierrúos" para presentarnos así frente a los escenarios de quienes nos dominaban.

Aquí y ahora, como nueva avanzada de ésta quinta columna -llamada así evitando la etiqueta de derecha endógena- para intentar desviar los objetivos fundamentales de la revolución, sus "Vacas Sagradas" presionan y logran la aprobación de una Misión Música enfocada en sus intereses, valiéndose de un punto sensible como lo es la carencia en el nivel de oportunidades de nuestros talentos dentro de las barriadas, realidad lamentable que los aleja de sus vocaciones y ha acercado a muchos a las drogas y la delincuencia, paradójicamente producto del sistema capitalista que éstos mismos lacayos defienden con su bombardeo de alienación y anti-valores, desequilibrio en la distribución de los recursos y no-socialización de los medios de producción. Teniendo esto claro, se supone que uno de los bastiones fundamentales de la revolución es la defensa de la soberanía, y humildemente creo que, por el contrario, debería entonces acercarnos a reivindicar para así desarrollar los valores ancestrales de nuestra idiosincrasia, culturas originarias que son referencia de las luchas que hierven nuestra sangre desde el amor más profundo. Sería mucho más fructífero en coherencia con los principios del Árbol de las Tres Raíces si una plataforma como la Misión Música sembrara en nuestros barrios la semilla de la identidad evitando caer en la fachada de "nacionalismo" que ahora la derecha disfraza tocando una que otra canción venezolana conservando las mismas estéticas eurocentristas. Porque también es Música el sonido de nuestros cultores con la tierra en los pies y manos, nuestros instrumentos y nuestras maneras de tocarlos, de cantar el joropo y pasaje llanero, de conjugar el arpa y buche en el Yaguazo del Joropo Central, los sonidos de la naturaleza en los cantos indígenas, el Tamunangue y Golpe Larense, el Joropo y Estribillo oriental, sus Galerones, el Merengue Rucanea´o y las Guasas, los Valses coloridos en distintos matices a lo largo de nuestra geografía, la nostalgia de la música andina, la fuerza y la alegría de nuestras manos negras en los cueros de los pueblos zulianos y de las costas de Venezuela, en el Calipso del Callao. Debemos entonces romper el paradigma de que lo "Clásico" y lo “Culto” o “Superior” todavía sigue siendo aquella estética que nos impuso la Iglesia Europea hace más de 500 años; porque si mal no recuerdo:

"La República Bolivariana de Venezuela es el producto histórico de la confluencia de varias culturas, por ello el Estado reconoce la diversidad de sus expresiones y valora las raíces indígenas, europeas y afrodescendientes que dieron origen a nuestra Gran Nación Suramericana. Las culturas populares, las de los pueblos indígenas y de los afrodescendientes, constitutivas de la venezolanidad, GOZAN DE ATENCIÓN ESPECIAL, reconociéndose y respetándose la interculturalidad bajo el principio de igualdad de las culturas. La Ley establecerá incentivos y estímulos para las personas, instituciones y comunidades que promuevan, apoyen, desarrollen o financien planes, programas y actividades culturales en el país, así como la cultura venezolana en el exterior.

El Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras culturales su incorporación al sistema de seguridad social que les permita una vida digna, reconociendo las particularidades del quehacer cultural, de conformidad con la ley."

Propuesta de Reforma del Artículo 100 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Y la fuerza de la voluntad política en lo propuesto como objetivo fundamental no debe decaer, pese a las presiones y las adversidades... Tenemos un hermoso bosque de ideas socialistas que no debe ser contaminado por el capitalismo de algunos árboles, quinta columna sembrada desde los esfuerzos del Imperio.

leovargas60@hotmail.com

Nota: este artículo fue publicado en el sitio web Aporrea.org el 29/01/08

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