La Cultura Popular le canta sus cuatro verdades a Abreu, pincha el siguiente enlace y luego dale play al reproductor:

martes, 29 de marzo de 2011

Abreu, las bellas artes y el buen vivir

Por: Guillermo Vizcaya

FRAPOM


El capitalismo en su fase más depredadora, redujo a la aristocracia y a sus bellas artes a un otoño forzado, su adormecimiento, no encontró cobijo en la mediocridad desmedida de los grandes acumuladores de capital que encontraron en la prostitución de las artes, una manera fácil de sacarle provecho y riqueza monetaria a la creación artística. Al mismo tiempo fomentaron fetiches que le rindieran culto a la competencia inter burgués, al concurso de privilegios y las desviaciones ilustres personificadas en los mercenarios del arte que impulsaron el nacimiento al arte comercial.

El mecenazgo impulsado por la iglesia católica en tiempos del renacimiento(siglo XVI), fue arrebatado por los nuevos amos, los burgueses pervertidos erradicaron el culto a lo sublime, a lo celestial y se montaron sobre el mismo efecto emborrachador de las bellas artes, colocando en la mesa la tesis: ¿Si sirvió para consolidar lo sublime en la tierra, por qué no podría servir para atontar a las masas a favor de nuestras mezquinas aspiraciones? allí se inició un adoctrinamiento gradual para la depauperación de las artes, masificar las artes con fines hipnóticos y reducirla a la contemplación, a la purificación de los sentimientos, fue un trabajo que encontró su clímax con la caída del bloque soviético, desmembramiento que desbordó lo represado por tanto tiempo durante la guerra fría.

Estos aluviones hicieron ríos y lagunas en las cuencas de los más “cultos,” la “no idea”, el nihilismo, el existencialismo trasnochado y el abuso de la metáfora como símbolo de la excelsa inteligencia, se constituyeron en sus caballos de batallas para dominar a los más intelectuales, al mismo tiempo le suministraron al resto de la población, el culto a la promiscuidad, el sexo irresponsables y la cursilería ramplona de telenovelas, canciones y teatro barato que por cierto hoy encuentran sus espacios en los cenáculos de la oposición venezolana.

Los eventos revolucionarios que hoy nos convocan a construir una vanguardia artístico-cultural, que combata nada más y nada menos a un monstruo que el año pasado nos colocó en primer lugar en toda América latina con el asunto del embarazo precoz, entre otros fenómenos sociales, necesita de cohesión nacional de todas las fuerzas artísticas que estén comprometidas con el socialismo, sino sabemos las causas económicas, políticas y sociales que generaron toda esta basura que hoy se consume con mucha normalidad, que confunde recreación con entretenimiento y que prioriza necesidades superfluas a través del mensaje subliminal, sino tenemos claro estos instrumentos de seducción masiva, estamos jodidos.

Me dio tristeza e impotencia, la intervención de nuestro Ministro de la Cultura, que se redujo a citar logros cuantitativos, seis películas, 56 librerías, 48 tiendas y la creación monolítica de las compañías de danza, teatro y disco entre otros logros como la FILVEN donde reconocemos que el bajo costo de los libros es vital para el crecimiento intelectual, pero como dato curioso, fue uno de los pocos ministros, no cuestionado y no lo cuestionan simplemente porque esas políticas son INOFENSIVAS para nuestros enemigos de clase.

La revolución bolivariana está retardada en este tema y en su desesperación, trata de revivir un muerto llamado “las bellas artes”, el regreso de lo sublime y lo clásico, sólo buscan convencer a la población que nos podemos homologar con la aristocracia, que lo más parecido al progreso, son estas situaciones promovidas por “el buen vivir” y el caché, créanme que Venezuela en este momento es el responsable de sacar del foso donde estaban “las bellas artes” por eso es que la iglesia y la aristocracia mundial sobre todo el capital judío, aplauden a rabiar los conciertos de nuestra orquesta sinfónica, que penetró en nuestro proceso por la vía de la conmiseración y la lástima que nos vende la idea de que niños de barrio y camaradas privados de libertad, se sensibilizan con la música sinfónica, cuando todos sabemos que una estudiantina con temas nuestros, una coral, un grupo de teatro una orquesta típica, reflejan que todo ser humano es sensible y que cualquier rama del arte, nos desarrolla tal condición, no a través de la falsa conciencia que promociona la esperanza burgués que algún día por obra y gracia de la unción sinfónica, podemos visitar los países que visita Dudamel y el rolex que le cuelga a un lado.

El arte emancipador, debe hablar de nuestra nueva realidad social, nuestra música debe ser la música de la revolución, (sin caer en el tan nombrado Socialismo real), debe desarrollar los potenciales creativos del barrio, esas compañías de danza, teatro y música entre otras, deben estar en los barrios y desde allí conseguir su desarrollo. El señor Abreu fue el creador de los Teatro Nacionales Juveniles que acabaron con todos los grupos teatrales de los barrios en los años noventa, lo mismo hizo el deporte de alta competencia que acabó el deporte de los barrios, muy parecido tambien a lo que hacen los profesionales universitarios que al graduarse sacan a su familia del barrio y en el barrio, solo quedan aquellos que se quieren ir del barrio y los que nunca podrán salir, cediendo, casi lentamente a las tentaciones y antivalores del sistema liberal burgués, el llamado es que no saquemos el talento de los barrios, desde los barrios podemos construir una red cultural, educativa y deportiva que le devuelva a todos la posibilidad de producir arte desde sus espacios e intercambiar experiencias con sus semejantes.

Dame pa´ Mátala, el pacto, la cantera, FRAPOM, José Alejandro Delgado, Amaranta entre muchos otros, no son fenómenos aislados de esta construcción socialista, así como pasó en Cuba con la nueva trova, aquí también pasará, si creemos de verdad en el socialismo. Invito al gobierno a no desesperarse, el anuncio de SINCUPO (Sistema Nacional de Cultura Popular) es un buen escenario para la construcción y no para el refugio de empleo, no olvidemos camaradas que el socialismo no cae del cielo y si resucitamos la versión euro céntrica del sistema de orquesta de “las bellas artes” solo vendrán en detrimento del arte popular, al cual no dudo la subestimen, por no pertenecer a los flemáticos academicistas contemporáneos. No existen “Bellas, ni Feas Artes” las artes son expresiones de los pueblos y de sus tiempos políticos, económicos y sociales.

No tengamos temor de generar el debate acerca de este tema, ni siquiera sabemos porque supuestamente Dudamel es un genio, Aquiles Nazoa, José Rafael Pocaterra, Alí primera entre otros, colocaron toda su genialidad en la defensa del pueblo, tal y como lo hacen hoy en día el Hip-Hop, el rock, el canto necesario, los cuentacuentos en muchas de nuestras comunidades, pero fuimos adoctrinados para admirar lo que no entendemos, por temor a que nos llamen incultos, brutos y barbaros, muchas veces nos dejamos acomplejar de los trajes, los instrumentos exóticos y el ritual de esos encumbrados conciertos, me gustaría verlos agarrar un cuatro, un arpa o una bandola por ejemplo, ah pero eso no da tanta sensación de progreso como el publicitado sistema de orquestas de Venezuela, quienes cierran al final de cada concierto con un mambo, que como un breve descenso de Dios en la tierra y una travesura transgresora, calma la desesperación de nuestra naturaleza caribeña, sembrada en estas tierras por la hibridación cultural afro descendiente, indígena y española, que se desvive porque algún día esos instrumentos, se pongan al servicio de nuestra riqueza musical.

Quedarse callado me recuerda el cuento de Hans Cristian Andersen, “El traje del emperador” nadie se atrevía a decir: “El rey está desnudo”, porque los pilluelos habían dicho que el que no viera el traje, era un tonto, camarada con todo el respeto que se merece la revolución, hay que decir: “El rey está desnudo” No respira en este articulo que eliminen el sistema de orquestas, pero reflexiono: ¿qué la aristocracia financie las bellas artes? ese es su deber histórico, pero que nosotros lo hagamos; es un retroceso: No jodás. !Viva la cultura popular!

miércoles, 2 de marzo de 2011

La cultura el grave vacio de la revolución bolivariana

Por: Guillermo Vizcaya-FRAPOM

La terrible formula de una dirigencia inculta y una masa de artistas apolítica ha generado un estancamiento en este sector tan vital para la creación de una sociedad nueva con valores humanistas y de transformación social.

Los presupuestos asignados para el ministerio, secretarias, direcciones y consejos comunales dejan mucho que pensar acerca de la estima que por la cultura sienten.

A nosotros no nos extraña, porque aun la visión se reduce a una agencia de festejo que promociona eventos y a la quijotesca lucha de movimientos culturales de izquierda que languidecen tratando de derrotar al monstruo cultural de la derecha que impone su lógica de mercado y que arrodilla a los que por convicción sueñan con combatir esos paradigmas financiados por la CIA que hoy por hoy, nos colocan a la cabeza de embarazo precoz y otros fenómenos sociales.

En este orden de ideas, no se escapa, el comportamiento que define el nivel cultural, la corrupción por ejemplo, se instauró como un modelo a seguir, la alimentación que nos impusieron, tiene toda la imposición de la cultura de la importación, hoy en día somos unos comedores de trigo, alimento que sencillamente no lo producimos, esto sin olvidar la cantidad de fechas especiales que se inventó el comercio ruin para mantenernos en constante consumos de cosas que en el fondo no son prioridad para nuestras vidas, tanto es así que ahora sin darnos cuenta, se nos coló el Baby shower, haloween, el espíritu dela navidad y la incesante manía de operarse las senos, las nalgas, los labios para confirmar la visión machista de un sistema económico como el capitalismo que asume a la mujer como un objeto o una mercancía, al caso es lo mismo.

La nueva asamblea nacional entregó a la oposición ambiente, familia, ciencia y cultura, imaginamos que fue bajo la premisa que eran las menos importantes y que por lo tanto le habían metido un gol a semejantes ambiciosos, que error tan inmenso, la sola entrega de esas comisiones, refleja una actitud cultural mediocre que incluso se reproduce metabólicamente en las ausencias de las mesas de cultura de los consejos comunales que nunca está conformada y que generalmente cuando se conforman quedan en manos del stylista de la esquina, que sueña siempre con hacer un desfile de moda con las carajitas del barrio para ponerlas a modelar y adoctrinarlas en la sub-cultura de la oferta y la demanda sexual, no es una exageración, lo hemos visto con nuestros propios ojos.

Ahora para llenar el vacio que este tipo de acciones generan quedamos en manos del mercenario maestro Abreu, personaje siniestro y positivista que se aprovecha de la falta de argumentos culturales de nuestra dirigencia y que amparado en un programa “social” nos debemos sentir orgulloso que en los más caros teatros del mundo Dudamel represente al gobierno socialista y a la Rolex al mismo tiempo y nadie se atreve a decir nada, (por lo menos en las altas esferas del poder) porque es un sacrilegio, porque vendieron la idea que los niños que allí tocan, eran chupa pegas de las calles, que al escuchar las melodías de Vivaldi, soltaron el tabaco y dejaron el mundo de los vicios, entonces pregunto ¿ Con grandes grupos de Danzas, mimos, estudiantinas, entre otras aéreas del arte, no se puede cultivar a un niño en valores humanistas? Lo que sucede en el fondo es que Dudamel es el anzuelo para hacer delirar a los padres que sueñan algún día llegar a tener el prestigio del insigne delfín del señor Abreu.

Necesitamos arte y cultura para emancipar a nuestro pueblo, pueblo que en navidad salió desesperado a comprar, olvidando lo que siempre sucede, que en Enero quedan ahogados financieramente, mientras los comerciantes y su red de seducción macabra, se comparten la ganancia de lo poquito que el pueblo explotado reúne en el mes de Diciembre, son tan organizados que tienen una película anglosajona “Greench” se llama, filme retocado para manipular a las nuevas generaciones y así construir al pendejo del futuro. ¡Que arrechos son los tipos!

Amigos diputados una vez más nos entregaron, por eso nos reuniremos todos los colectivos de Venezuela en la ciudad de valencia el 28 y 29 de enero, para sacar nuestro manifiesto que ya respira en la calle: “Sin cultura revolucionaria, no hay socialismo” no joda.

guilleviz72@gmail.com

Nota: este artículo fue publicado en el sitio web Aporrea.org el 20/01/11

Orquestas Juveniles ¿Un logro de la Revolución?

Por: Marcos Meléndez

Se ha despertado nuevamente una discusión que hemos llevado –dentro y fuera de FRAPOM- sobre la pertinencia de tener en el país más de treinta mil niños estudiando música centro europea y que tengamos a nuestro “máximo embajador cultural” y “modelo a seguir por los noveles artistas venezolanos” viviendo en Beverly Hills y dirigiendo simultáneamente la orquesta Simón Bolívar y la orquesta de Los Ángeles.

Abordar este tema siendo músico resulta profundamente delicado porque se corre el riesgo de ser acusado de envidiar a Dudamel o de ser contrarrevolucionario por llevarle la contraria al comandante que se ha descargado en loas hacia la propuesta del Maestro Abreu, por eso trato de abordarlo con la mayor objetividad y respeto posible.

El movimiento de orquestas venezolano tiene un origen previo al mismo Maestro Abreu. En Venezuela, el movimiento sinfónico y coral se origina de la mano del Maestro Vicente Emilio Sojo quien funda una escuela y crea toda una corriente de maestros compositores entre los que se destacan Modesta Bor, artista revolucionaria que introdujo toda una recopilación de la música folclórica del oriente venezolano (pregones aguinaldos, cantos de trabajo etc.) adaptados para coros mixtos y coros infantiles, también adaptó bajo la modalidad de madrigales poemas revolucionarios de Pablo Neruda y ganó un festival internacional con una obra revolucionaria titulada “la mañana ajena” donde musicaliza un poema que habla “de las bocas vacías de los niños”. Junto a ella otros maestros se forman desde la escuela de Sojo, el Maestro Antonio Estévez que en la misma estructura nacionalista sinfónica de Sojo y de Modesta musicaliza para coros y para orquestas, obras de Alberto Arvelo Torrealba como “Despertar” que narra el amanecer bucólico del llano y poemas como “Florentino y el Diablo” que convierte en una obra esplendorosa para coro orquesta y dos solistas titulada “Cantata Criolla”. De esta misma escuela de Sojo fueron alumnos la Yaracuyana Blanca Estrella De Méscoli el Carabobeño Gonzalo Castellanos Yumar (responsable del arreglo oficial del himno de Carabobo) Antonio Lauro, padre del movimiento guitarrístico nacionalista y el maestro José Antonio Abreu quien hoy se adjudica el nacimiento de las orquestas juveniles. Pero antes de estas orquestas juveniles, el Maestro Sojo funda con sus discípulos, la orquesta Sinfónica de Venezuela y el Orfeón Lamas, ambos bajo su propia batuta e integrado en principio por músicos extranjeros (no había una fuerte cultura sinfónica todavía) y los maestros que el mismo estaba formando en el área de composición podían –además de integrar el coro que era un asunto obligatorio- estrenar las obras que iban componiendo. De tal suerte que, el maestro Sojo fundó un movimiento de compositores NACIONALISTAS y creó una orquesta y un coro nacionales para que ese repertorio se difundiera. Es entonces usando al Maestro Abreu que era uno de los compositores menos fecundos de la escuela de sojo pero con un talento que se perdía de vista para la gerencia cultural, las relaciones públicas y la economía, es designado para fundar el semillero para la sinfónica Venezuela y se crea la primera ORQUESTA SINFÓNICA JUVENIL. El proyecto consistía en dar formación a jóvenes venezolanos con el fin de ir sustituyendo a los maestros europeos fundadores e ir creando un movimiento juvenil que alimentara las orquestas profesionales que se irían creando en el interior del país de la mano con los nacientes conservatorios.

Todo esto, tenía que estar al servicio de la creación de un andamiaje sinfónico NACIONAL Y NACIONALISTA para que la música folclórica que el maestro Sojo en su condición de musicólogo fuera recopilando del saber popular y que sus discípulos progresivamente iban registrando en partituras y convirtiendo en arreglos para coros, para orquestas etc., enriquecieran el repertorio de las orquestas.

Por eso la crítica profunda a nuestro ilustre movimiento de orquestas es que no podemos hacer una gira internacional altamente costosa con nuestros jóvenes músicos para celebrar el bicentenario haciendo música Europea; ¿estamos celebrando el bicentenario de qué? Se trata del bicentenario de la salida –al menos física- del yugo europeo de nuestra América Colombina entonces ¿no era lógico que al menos la gira se hiciera con la música de Modesta Bor, de Gonzalo Castellanos, de Sojo, de Antonio Estévez en vez de Mahler, Tchotstacovich, Beethoven y Berstein? Si logramos que nos ovacionen en Europa con esa música si estaríamos al frente de una revolución musical. Esa música ha sido enterrada por el movimiento de orquestas en la misma tumba donde yace el movimiento de coros escolares, el movimiento de estudiantinas liceístas y los programas de cuatro en todas las casas de la cultura. Prácticamente es “una raya” estudiar cuatro con respecto a estudiar oboe. Claro, en detrimento de lo que estoy diciendo cualquiera me puede decir que Sojo era Adeco (Sojo militó en AD al igual que Abreu como mucha gente de izquierda antes de la perversión sistemática del partido) mostrar el video de los doscientos niños tocando cuatro y las 40 arpas que se presentaron en Caracas recientemente; cierto de treinta mil niños unos quinientos tocan instrumentos típicos de la nación y cada tres meses toan la cantata criolla para que el comandante lo vea, eso esta bien y desde aquí aplaudo y aplaudiré a mano ensangrentada al movimiento de orquestas, al maestro Abreu y al hecho de que es preferible que estén haciendo música sinfónica centro europea a que no hagan nada, pero no puedo permitirme ni que se falsee la historia y se diga que antes de Abreu “la tierra empero estaba vacía y sin forma y el espíritu de Dios se movía por encima de las aguas” como dice el génesis que escribió Moisés, ni tampoco que se siga enterrando la música nacional en beneficio de un movimiento transnacional que beneficia a las grandes cadenas productoras de instrumentos sinfónicos y legitiman grandes transferencias de divisas controladas para hacer negocios redondos que no se pueden esconder cantado “Venezuela” cada tres meses. Y NI HABLAR DE LA BURLA QUE LOS MISMOS JÓVENES HACEN DE ESA OBRA CUANDO LA INTERPRETAN.

La propuesta no es deslegitimar el hermoso movimiento de orquestas juveniles, se trata de ser profundamente autocríticos y exigir el retorno de las orquestas juveniles al proyecto original y que retomen la música sinfónica nacional, La suite Margariteña, La Suite Larense, La suite Falconiana, la música de Castellanos, la de Estévez y le den cabida a los nuevos compositores que están haciendo música nacional. También se propone que el movimiento de orquestas sea lo suficientemente justo como para no arruinar simultáneamente al ministerio de la cultura, al de educación y al de desarrollo social a quienes se les reduce recursos para fortalecer a este movimiento y, mientras un músico de una orquesta juvenil se va de gira con dólares preferenciales para interpretar música europea, y gana un salario (le llaman beca) de entre tres mil y seis mil bolívares, los maestros de música de las escuelas primarias tengan que brincar en tres planteles para ejercer diez horas variables en cada uno, formar tres coros y tener tres jefes para ganarse un poco mas de la mitad de lo que ganan nuestros jóvenes talentos de las orquestas.

A riesgo de ser apaleado por la opinión pública de camaradas que se limitan a apreciar el producto y no el proceso de confección, debo dejar estas reflexiones para pedir nuevamente un debate sobre la pertinencia de tener treinta mil jóvenes estudiando música centro europea en detrimento del resto de todas las demás manifestaciones artístico culturales. Viva la música Nacional y Nacionalista, Viva Sojo y vivan nuestras orquestas, pero regresemos a los orígenes y no permitamos que se imponga la estética centro europea y nos convirtamos en una colonia cultural.

(*) Licenciado en Educación Musical y Militante de FRAPOM

Nota: este artículo fue publicado en el sitio web Aporrea.org el 25/02/11